martes, 29 de enero de 2013

¿Por que cuesta tanto trabajo cambiar?


Somos seres de costumbres. Como tales, hemos aprendido de modelos a veces sanos, a veces no tanto. Nuestros pensamientos, actitudes y conductas derivan de esos modelos. No siempre son nuestros padres los que nos programan, sino todas las personas con las que hemos tenido alguna clase de contacto físico y/o emocional.

Nuestros pensamientos y emociones, van modelando nuestras conductas. No nos damos cuenta pero actuamos la mayoría de las veces de forma "inconsciente". Así es como cuando nos pasan cosas similares a eventos que vivimos en el pasado, reaccionamos de la misma forma, a veces como lo hicieron nuestras figuras principales o modelos mas fuertes.

Cuesta trabajo cambiar, ya que tendríamos que cuestionar, confrontar a esos viejos modelos, que ahora son internos... y eso.. duele...

¿Qué hacer cuando un día abres los ojos y te das cuenta de cuantas cosas has hecho que no te hacen feliz? ¿Te ha pasado que un día descubres que la forma como has actuado, no es precisamente algo de lo que te sientas orgulloso(a)?

¿Como te sientes cuando dejas de ver a tu padre o a tu madre como los veías antes? ¿Cuando descubres lo humanos que son y seguirán siendo?

¿Y que me dices de ese momento que a todos nos llega, cuando te ves actuando exactamente igual a como ellos lo hicieron? algo que juraste no hacer pero que has hecho.

Si como lo dije al principio, somos seres de costumbres, y para que estas se den, se necesitan muchos años de mantener ciertos comportamientos, que llegan a ser como una piel en nuestras vidas. Para desprendernos de la misma, toma tiempo, a veces años de estar alerta para hacernos responsables de ir modificando lo que no nos conviene.

Por eso cuando un paciente me pregunta algo como -Doctora, ¿cuanto tiempo durará mi tratamiento con usted? ó ¿cuantas sesiones tengo que asistir? ó ¿cuantos cursos debo tomar para cambiar?...
Sería tanto como decir, ¿cuantas estaciones tienen que venir para que la vida en la tierra se renueve?

No se puede determinar el tiempo en el que un ser humano pueda ir modificando esa piel que se fue formando con los años. Pero si se puede anticipar cuando un ser humano lo va a lograr tarde o temprano. ¿como se puede saber? por las ansias con las que se compromete consigo mismo.

Regularmente una persona está lista para transformarse cuando tiene muchas preguntas, cuando al buscar ayuda escucha atentamente las sugerencias que le das y hace todo lo posible por cumplirlas. Quizas al principio esa vieja piel (llena de creencias, emociones del ayer, conductas irracionales) intentan sabotear su crecimiento. Y con frecuencia truncan su tratamiento, dejan de asistir al curso, se enferman, pierden el trabajo, o se les enferma un familiar cercano...

Pero si a pesar de eso, se vuelven a enfocar en que su vida es su responsabilidad y de nadie más, vuelven a la carga, como aquel libro del Rinoceronte que menciona que cuando el resto de los animales, se quedan "cómodamente pastando en la pradera sin hacer ningun esfuerzo", el rinoceronte (el ser humano guerrero), se lanza a enfrentarse a sus miedos, a su dolor, a su pasado, que ya no le sirve.

Hace muchos años un joven me decía algo que muestra lo que le pasa a un ser humano cuando comienza a darse cuenta de lo que antes no podía ver: -Doctora, me da miedo ya no sentir miedo. Me asusta pensar que si  dejo lo que me era conocido y familiar, entonces ¿Que me quedará? ¿Ya no habrá nada en mi que sea yo?...

El miedo, emoción indispensable para la supervivencia. El temor, ese mismo miedo lleno de pensamientos sin control, que anticipan cosas ante las que no podremos enfrentarnos.

-Claro que si quedará algo en ti, Jesús, le contesté yo a mi paciente. -Lo que jamás cambiará: Tu Espiritu. Tu Esencia Divina.

Pero esa Esencia Divina muchas veces está olvidada, aplastada por tu Ego.
TU EGO: es tu afán de perfección,  tu deseo de ser mejor y más grande que los demás. tu búsqueda de gozo inmediato, sin pensar en nada ni en nadie mas.

Cambiar es atreverte a cuestionar lo que no te sirve para evolucionar. Soltar la carga que has llevado que te impide volar hacia alturas insospechadas, donde tu alma pueda compartir lo mejor de si misma con otras almas que vuelan tan alto como tu algún volarás..

Pero para ello, TIENES QUE QUERER.

Lo hermoso de esta vida es que cuando te atreves a volar, descubres el sentido de tu vida. De pronto la vida se vuelve una eterna oportunidad para crecer, para disfrutar, para compartir, para amar... sin temor.

Pero como lo he dicho en muchas otras ocasiones. Aquello que vale la pena TIENE UN PRECIO.
¿Realmente estarás dispuesto(a) a pagarlo?

Puedo decirte hoy con el corazón en la mano, que el trayecto no siempre es fácil, sencillo, o agradable, pero vale la pena.  Y ¿sabes? cada vez que tu consciencia se eleva, es toda una experiencia, que tienes que vivirla. No puedo describirla con palabras...


Me lanzo al ONLINE

Holaaaa... Me da mucho gusto saludarte luego de un buen de tiempo que no pasaba por aquí... Te cuento que este ha sido un año maravi...